Pixeles Muertos.

Pixeles Muertos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

ThE LonG GoodbyE - Jo...que noche!





Aquella noche, sin apenas movernos, seis de nuestros siete mejores hombres nos embarcamos en uno de los mayores viajes que jamas habremos de realizar. Aun recuerdo el dedo del ternillas rebañando el primer vaso, ávidamente vaciado en el interior de nuestros gaznates.
- rico este Bhang Lassi, eh?
- si , si, muy rico,
- sabe como a plátano, y se nota mucho el cáñamo verdad?
- si, si.
- pero esta rico de pelotas verdad?
- venga otro no? si, si pero esta vez very strong.
- claro este parece suave. Pide uno mas fuerte.
- Vale. Sorry, we whant another one, but this time the very strong type, please.
- The very strong type, sir?
- yes, why not?
- ...............







Era ya noche cerrada en la mágica ciudad india de Hampi cuando comenzamos a tomar aquel brebaje, la madre de aquel enjuto indio conocido como "Guiri" se sonreía y nos saludaba en la distancia, risa que confieso siempre me pareció de lo mas extraña e inquietante,mas aun después de lo ocurrido.
Dos fueron los primeros en abrir la lata, otros dos nos sumamos antes de terminar el primer vaso y tras ese segundo "very strong one", los dos últimos hicieron acto de presencia y reclamaron para si su ración de tan endemoniado elixir, por supuesto, otro extra fuerte, no podían ser menos.
En cosa de unos veinte minutos aproximadamente todos nos hallábamos inundados por la sensación de sus primeros efectos, como es habitual, unos fueron cayendo antes que otros víctimas de ellos. Camino del hostal hablaba con un compañero de viaje:
- Es normal que te haya afectado antes a ti, yo que fumo yerba mas a menudo tengo mayor resistencia. (Fukin asshole debió pensar para si.)
- ja, ja , ja, ja!!. Mira la policía. Ja, ja, ja !!
- ¿Que les pasa?
- La policía, la policía! ja, ja, ja, ja !!
- Ya, ya... la policía...(se te ha ido.)

La cama agarro a los dos primeros y solo cuatro de nosotros fuimos lo suficientemente temerarios y estúpidos como para salir a cenar algo...
- el aire y una bebida fresca nos sentara bien, no?

Minutos después bajamos rápidamente de aquella azotea en la que se encontraba el restaurante tibetano, andábamos un poco preocupados, uno de los intrépidos había desaparecido de la mesa camino de la habitación del hostel, precavido,  preveía que aquello se le iba de las manos y buscaba refugio. Avanzabamos con exagerados pasos por aquella oscura calle de Hampi, solo unas pocas sombras sagradas nos acompañaban allí, observando muy atentamente cada detalle, cada figura, yo nunca había pasado por allí en los días anteriores. El Ternillas enfilaba el pasillo del hostal cuando de repente.... llego el gran bada boom.
- Ternillas sal de allí!! que haces?
- como?que dices!
- donde estamos?! vamonos!!
Presas de un pánico inexplicable y totalmente desorientados regresamos al único lugar que en aquel momento era capaz de recordar como familiar, el restaurante tibetano de la azotea, entre descontroladas risas y con extraños movimientos parecidos a los de un mimo, casi agachados alcanzamos nuestra mesa. Aquello no soluciono el entuerto pues en breve nos percatamos que aquello no había hecho mas que comenzar.

Tras un periodo de hilarante diversión comentado la experiencia en la oscura y misteriosa calle con sus amenazantes sombras de vacas y carteles en lenguas jamas conocidas, empece a evidenciar que aquellas desaforadas risas escapaban totalmente a mi control, me dolía ya la mandibula e intentaba detener aquello, pero era total y absolutamente imposible.
Y aquello empezó a asustarme. Nada de lo que yo pensaba e intentaba llevar a cabo tenia respuesta física, como aislado no se muy bien donde, el mundo físico respondía a sus propias reglas y yo era incapaz de interferir, entender e interactuar sobre el. Colores, sonidos, olores, toda clase de percepciones inundaban mi cuerpo, seguía recibiendo interpretando físicamente, sentía temperatura, oía exageradamente el canto de los grillos, olía la comida de las mesas contiguas y de la cocina, pero aquello poco importaba, pues para mi nada significaba.
Estaba totalmente desconectado del maravilloso y pragmático mundo del sentido, era el sueño de todo neurólogo ¿estaba ante la temporal muerte del sujeto cultural que constituye mi identidad? ¿esto es todo? ¿será momentáneo verdad? Jamas podré explicar esa sensación de total soledad y abatimiento, inmerso en una anomia categórica.
La sensación fue en aumento, todo tipo de dudas me asaltaban, es mas, todo era una gran duda, el principio de incertidumbre mas absoluto posible, ¿colores? ¿sonidos? ¿olores? Todo aquel mundo exterior, mi propio cuerpo ¿que coño era todo aquello? ¿Que debo hacer? y ¿quien debe hacer que?
Que en un momento me sorprendiese, nervioso, buscando mi foto del pasaporte en el interior de mi bolsillo para así poder observar lo que se supone era yo junto con mi nombre apellidos y demás información sobre mi identidad no me dejo muy tranquilo. Tampoco a mis compañeros de mesa, inmersos también en una dura lucha interior. Aquella sensación había venido para quedarse un rato y aun no tenia ganas de irse, de su mano la noche aguardaba aun a los jóvenes intrépidos varias aventuras.



- Mandrake ¿nunca se pregunto porque yo solo bebo agua destilada o de lluvia? ¿Y solo pura bebida alcohólica?
- si, si se me ocurrió Jack, si.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Golfos, que sois unos golfos. Bienvenido a la Blogosfera, como dicen los cursis. Serás observado. Un abrazo, bro

Baudrilladrd siempre