"Todos vivimos en los mitos. Esta idea incomoda a la mayoría de la gente. Convencionalmente mito nos significa falsedad y a nadie le gusta vivir en la falsedad. Todos creemos vivir en la verdad.
Pero hay muchos tipos de verdad. Algunas objetivas, algunas subjetivas. Algunas lógicas, algunas intuitivas. Algunas culturales, algunas universales. Algunas están basadas en evidencias y otras dependen de la fe. El mito es la verdad que es subjetiva, intuitiva, cultural y basada en la fe.
Los antiguos filósofos griegos llamaban al mito "mythos". Ellos distinguían el "mythos" del "logos". Del "mythos" conseguían narraciones intuitivas, del "logos" deliberaciones razonables. El "mythos" trajo consigo la aparición del oráculo y las artes. El "logos" trajo la ciencia y la matemática. El logos explicó como el sol aparecía en la mañana y como los niños nacían. Llevó al hombre a la luna. Pero nunca explicó porque. ¿Porque el sol sale cada mañana? ¿Porque un niño nace? ¿Porque el hombre existe en la tierra? Para encontrar respuestas uno debía de volver la mirada hacia los "mythos". Estos "mythos" dan un propósito, significado y validan la existencia.
Los antiguos sabios hindúes llamaban al mito "mithya". Distinguían el "mithya" del "sat". "Mithya" era la verdad vista a través de algún fragmento referencia."Sat" era la verdad independiente de cualquier fragmento de referencia. El "mithya" proporcionaba una visión limitada y distorsionada de la realidad;el "sat" proporcionaba una visión correcta e ilimitada de las cosas. "Mithya" era ilusión, abierta a ser corregida. "Sat" sin embargo era verdad absoluta y perfecta en todo sentido. Siendo así ilimitada y perfecta la verdad del "sat" no podía ser reducida a un símbolo o confinada a una palabra. Pues las palabras y los símbolos son en esencia incompletos y defectuosos.
El "sat" por lo tanto evita la comunicación. Para la comunicación uno necesitaba símbolos y palabras, aun cuando estas fueran incompletas y defectuosas. A través de cientos de miles de incompletos y defectuosos símbolos y palabras era posible alcanzar, o al menos atisbar, la infinita perfección del "sat". Para los "Rishis" entonces la ilusión del "mithya" servia como una puerta esencial hacia la verdad del "sat"
El mito es esencialmente una construcción cultural, un conocimiento compartido del mundo que une a individuos y comunidades. Este conocimiento puede ser religioso o secular. Ideas como la reencarnación, el cielo o el infierno, los ángeles y los demonios, el destino y el libre albedrío, el pecado, Satán y la salvación son mitos religiosos. Ideas como la soberanía, estado nación, los derechos humanos, los derechos de la mujer, los derechos de los animales o los derechos de los homosexuales son mitos seculares. Religiosos o seculares, todos los mitos son profundamente significativos para un grupo de individuos. No para todos. No pueden ser racionalizados llegados hasta un punto. Al final del análisis, uno ha de aceptarlos o no aceptarlos.
Si el mito es una idea, la mitología es el vehículo de esa idea. La mitología conlleva historias, símbolos y rituales que hacen tangible a un mito. Historias, símbolos y rituales son esencialmente lenguajes- lenguajes que son escuchados, vistos y practicados. Juntos construyen las verdades de una cultura. La historia de la resurrección, el símbolo del crucifijo y el ritual del bautismo establecen la idea de la cristiandad. La historia de la independencia, el símbolo de la bandera nacional y el ritual del himno refuerza la idea del estado nación.
La mitología tiende a ser hiperbólica y fantástica para conducir el mito. Es producto de una arrogancia moderna asumir que en los tiempos antiguos la gente creyese en la existencia de caballos voladores, separación de mares, serpientes parlantes, dioses con seis cabezas y demonios con ocho brazos.
La sacralidad de estos argumentos y personajes obviamente irracionales aseguraba una impecable transmisión a través de generaciones. Cualquier intento de competir con su validez es cometer una atrocidad y lidiar con la indignación. Cualquier intento de corregirlos es muy mal visto. Tras los caballos voladores y los demonios de ocho brazos hay una entidad que es mas grande que todas las fuerzas de la naturaleza juntas. Un dios con seis cabezas y ese demonio con ocho brazos proyectan un universo donde hay infinitas posibilidades, para lo mejor y para lo peor.
El mito condiciona los pensamientos y las opiniones. La mitología los comportamientos y la comunicación. Mito y mitología entonces tienen una profunda influencia en la cultura. De la misma manera la cultura tiene una profunda influencia en los mitos y la mitología. La gente cambia sus mitos y mitología cuando fallan en proporcionar soluciones a sus necesidades culturales. A saber, mientras los egipcios creían en el mundo después de la muerte regido por Osiris, construían pirámides. Mientras los griegos creían en Charon, el conductor de la barca de la muerte, ellos colocaban monedas de cobre para el en la boca del muerto. Hoy nadie cree en Osiris o en Charon. No hay pirámides o monedas en la boca de los muertos. Pero si nuevas ceremonias en los funerales basadas en nuevos sistemas de creencias, nuevas mitologías basadas en nuevos mitos, cada uno de ellos ayudando a la gente a lidiar con el inevitable dolor y misterio de la muerte.
Es irónico que a pesar del valor que le damos a lo racional, la vida este gobernada primordialmente por lo irracional. El amor no es racional, la pena no es racional. La ambición, la ira, la envidia, son irracionales. Incluso la ética, la moral y la estética no son racionales. Dependen estos de valores y estándares que son en ultima instancia subjetivos. Lo que es bueno, sagrado y bonito a un grupo de personas no ha de ser necesariamente bueno, sagrado y bonito para otro grupo de personas. Toda opinión y toda decisión depende de un mito dominante.
Incluso la perfección es un mito. No hay evidencias del mundo perfecto, el hombre perfecto o la perfecta familia. La perfección, sea esta Rama Rajya o Camelot, existe solo en la mitología. Todos ansían esta perfección, Esta ansiedad inspira al arte, establece imperios, provoca revoluciones y motiva a los líderes. Tal es el poder del mito.
"Myth=Mithya. A handbook of Hindu Mythology" Dr. Devdutt Pattanaik.
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